Crítica de Amateur

Crítica de Amateur

Película de espías que parece escrita por ChatGPT, que supongo que es lo peor que se puede decir

Calificación:

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En realidad, esta película merecería un par de estrellas, pero es tan perezosa y tan vista mil veces en el género, que parece escrita por cualquier algoritmo de mierda o alguna basura IA a la que le pidas que haga un guion de espías.

Está hecha con cero ganas y son las mismas que te contagia para hablar de ella, pero bueno, aquí va.

Esta es una más del millón de historias de espías de la CIA y agente que actúa por su cuenta. La supuesta vuelta de tuerca es que no tienes a un Bond de protagonista, sino al empollón residente que, motivado por la coincidencia más inverosímil del mundo, se convierte en un McGyver informático que se va cargando a los malos de la forma menos excitante posible.

No ayuda Rami Malek, que vuelve a su interpretación por defecto de Mister Robot, de modo que las únicas reacciones a lo que ocurra, sea lo que sea, son no pestañear esos ojos que tiene y mantener la boca entreabierta.

Le acompañan tópicos y no personajes, lugares ni sucesos, para una acción previsible a más no poder que has visto en todas las películas del género.

Supongo que a los americanos les pone eso de ir de ciudad europea de ciudad europea, persiguiendo a los malos internacionales, pero esta vez sin acción ni emoción. Y supongo también que dejarse atrapar como parte del plan maestro no morirá nunca a este paso, a pesar de haber sido usado también 4674638743 veces como recurso.

Con esos mimbres, llega la guinda, y es que, como sucede siempre en el cine, la informática es la nueva magia, capaz de hacer todo lo que necesite el guionista con dos clics, por imposible que sea en la vida real.

Alucinante hasta lo ojiplático, por cierto, el uso de Jon Bernthal en la historia, famoso por Castigador, Walking Dead, The Bear y todas las series que dejé a los dos episodios por cansinas. Menudo rifle de Chéjov de fogueo con dos apariciones que si quitas no cambian nada (mala señal).

También tiene delito el personaje de Lawrence Fishburne, famoso por ser el Morfeo de Matrix, que provoca la risa por los motivos equivocados en el epílogo final, debido al sinsentido que es todo. Coge el tipo, se le mete en el coche al protagonista cuando no lo espera (por si no teníamos ya bastantes topicazos) y le da la mano y las gracias después de perseguirlo para matarlo toda la película. Que tiene su aquel, porque la última vez que se vieron, Malek lo dejó desangrándose para morir sin llamar siquiera a urgencias. Eso y que los «malos» de la agencia son detenidos, pero Fishburne, que colabora con ellos, mata a otro agente y cuya implicación es conocida por la jefa «buena» de la CIA (¿he dicho ya que la IA que haya escrito esta mierda ha usado cada puñetero tropo?) sale de rositas. Haber sido simpático un par de veces es eximente penal para el asesinato, la conspiración y el encubrimiento, eso te lo enseñan en primero de derecho.

Lo único salvable es que la película tiene cierto oficio y no te aburre en demasía mientras sucede, pero si lo piensas un poco en la digestión, compruebas el enorme tocomocho que te has comido y que te han cobrado un euro más en la entrada por el sonido ATMOS ese, otro timo de la estampita.

Con la cabeza más fría, libre de la trampa de la familiaridad, te das cuenta de que Amateur es una mierda como un piano.

LO MEJOR

No te aburre demasiado.

LO PEOR

Es un Bourne o un Bond de baratillo que has visto mil veces sin la tensión, sin la acción, sin sentido ninguno en lo que ocurre, pero con todos los lugares comunes del género.